La Biblia no es un libro mágico. No da a los lectores respuestas instantáneas a difíciles preguntas, pero la mayoría de las personas que practican el acercamiento a ella con un corazón puro encuentran allí ayuda para su compañerismo con Dios, renovación espiritual para las demandas diarias y guía moral para su conducta y dirección para el desarrollo de la misión integral de la Iglesia.
“No hay misión Integral sin una base total. La base total de toda misión está en la Palabra de Dios. Ella es preeminente en toda misión, porque es la voluntad expresada de Dios. Es la lampara en la misión, es el espejo en el desarrollo. Lo que diferencia a la Iglesia de cualquier otro grupo de personas como sindicatos, partidos políticos o comunidades seculares es la Persona del Espíritu Santo que nos revela a Cristo y La Preeminencia de la Palabra que nos revela al hijo y al Padre”.
TEXTO: Salmo 119:4-16
I.- QUÉ PODEMOS ESPERAR DE LA PREEMINENCIA DE LA PALABRA EN EL DESARROLLO INTEGRAL DE LA MISIÓN?
1.- Que Dios nos habla acerca del amor, la verdad, la justicia, la rectitud y los efectos del
pecado en nuestras vidas y en nuestras comunidades.
Estas enseñanzas cubren tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento. Muchas de las enseñanzas del Antiguo y Nuevo Testamento exponen la justicia social y nuestra responsabilidad de ayudar a los pobres, los enfermos y los abandonados. La Biblia con preeminencia nos confronta con tales mensajes. Gen 18:26, Gen 26:23, Gen 24:27, Josué 24:14, Deut 10:17,19. Isaías 11:3,4. Ezequiel 33:12-20.
2.- Dios se nos revela en la historia registrada en la Biblia.
Vemos a Dios usando incluso a no creyentes y a paganos para *****plir sus propósitos divinos. Su más grande autorevelación es la venida de Cristo a este mundo, para vivir como humano, sufrir y morir por nuestros pecados y levantarse de entre los muertos en victoria. En la Biblia conocemos a Dios de una manera única. Luc 2:11. Daniel 2:27-47.
3.- Podemos esperar crecimiento integral cuando estudiamos la Palabra y aplicamos lo que
aprendemos.
Crecimiento espiritual no es algo automático en el estudio de la Biblia. Si así fuera muchos conocedores de la Biblia y líderes de sectas crecerían. Es el estudio de la Palabra y su aplicación lo que produce crecimiento espiritual.I Cor 3:7. Efesios 4:15. Col 2:19. I Tes 3:12.
4.- Podemos esperar un entendimiento creciente de el patrón de Dios de los que
es bueno y lo que es errado.
Aprendemos a través de la preeminencia de la Palabra que los patrones de Dios son más altos que los nuestros. Por ejemplo, nuestra sociedad hace énfasis en el poder y ese deseo envuelve los negocios, la familias, la iglesia y las comunidades. Sin embargo, Jesús habló de un principio opuesto. La importancia de servir. Mateo 20:25,26. Isa 5:20. Eze 18:26. Rom 1:18-26.
5.- Somos confrontados con Cristo.
El estudio de la Palabra nos muestra la persona de Cristo. Vemos su ministerio terrenal y enseñanzas en los evangelios y la interpretación de su vida y sus enseñanzas en las epístolas. El amor de Dios es dramáticamente revelado en la Escritura. La Preeminencia de la Palabra no solo nos muestra el pecado, más nos da el remedio para el pecado en la persona de Jesús. Rom 2:16. Rom 3:24,25. Rom 5:2. Rom 8:9,10.
6.- Podemos esperar que el estudio de la Palabra nos ayuda a entender los problemas de la gente en otros tiempos y cómo Dios respondió a esos problemas. Aplicar muchos de esos principios a los problemas de la gente de hoy en nuestra comunidad.
La Biblia es un libro de casos de los tratos de Dios con su pueblo. Vemos en la Palabra la misericordia de Dios, su amor y su juicio en acción. Podemos por la Palabra aprender de las experiencias de otros. Amos 4. Amos 5:14,15. Miqueas 2:1-4.
7.- Podemos esperar la guía del Espíritu Santo ante la preeminencia de la Palabra.
El Espíritu Santo ha prometido guiarnos a toda verdad. Juan 16:13. Ha prometido iluminar nuestras mentes y nuestro entendimiento si nosotros pedimos tal cosa. Buscar la guía del Espíritu Santo en nuestro encuentro con la palabra no es sustituto de negligencia, abandono y pereza. El Espíritu Santo nos ha sido dado no para estimular la pereza, sino para que podamos encontrar los tesoros de Dios. Juan 14:16,17. Juan 14:26. Juan 15:26. Juan 16:13.
8.- Podemos esperar el compañerismo de Dios para nosotros y la comunidad.
El encuentro con la Palabra preeminente a menudo viene a ser una experiencia de genuina adoración en la cual quedamos sobrecogidos ante la maravilla y el esplendor de Dios. Los Salmos nos muestras muchas de esas maravillas y la forma como los salmistas quedaron impresionados. Los mismo nos pasa ante los escritos de Pablo. Sal 5. Sal 6:2. Sal 43:1-3. Efe 1:1-7.
II.- QUÉ PODEMOS AFIRMAR DE LA PREEMINENCIA DE LA PALABRA EN EL DESARROLLO DE LA MISIÓN INTEGRAL.
“Así como la fuente de la salvación fluye de la Cruz de Cristo, la fuente de la revelación está en la Palabra de Dios. Estas dos fuentes no pueden estar separadas. La Palabra encarnada en Cristo y la Palabra escrita en la Biblia están tomadas de la mano y son inseparables.
Necesitamos en estos días una verdadera pasión por la totalidad de la preeminencia de la Palabra en nuestras vidas y comunidades. Señales, milagros y maravillas pueden confirmar la predicación, pero la verdadera pasión comenzará con un compromiso en conocer los preceptos de la Palabra de Dios la cual nos enseñara la voluntad y los caminos de Dios.
Tenemos que afirmar algo para que esa pasión por la Escritura nos envuelva en el nuevo milenio. Qué necesitamos verificar para que esa pasión sea “bíblica y a la vez llena de poder”?.
1.- AFIRMEMOS NUESTRA CONFIANZA EN LA EXACTITUD DE
PALABRA PREEMINENTE.
La pasión por la totalidad de la Escritura en nuestra vida necesita ser motivada por la convicción de que la Escritura es exacta. Las palabras de la Escritura son dignas de confianza y claramente sin error,
porque Dios mismo nos las ha dado. Hay divina exactitud.
Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. II Tim 3:16
porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. II Ped 1:21
Aun cuando el proceso de copiado involucró la imperfección humana, Dios preservo lo fundamental.
“Ninguna doctrina fundamental de la fe cristiana descansa en alguna porción en disputa de los manuscritos. Fredrick Kenyon.
2- AFIRMEMOS LA IMPORTANCIA DE NUESTRO ESTUDIO EN
LA PALABRA DE DIOS.
La inundación de la plenitud de su Palabra preeminente nunca puede ocurrir en una atmósfera donde la Palabra de Dios es ignorada o dejada en segundo plano por los líderes. Jesús habló de la Palabra como esencial para nuestra sobrevivencia y crucial para conocerlo a él.
Él respondió y dijo:—Escrito está: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Mateo 4:4
Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de mí Juan 5:39
Como líderes afectaremos la preeminencia de la Palabra en desarrollo integral de la misión, si no afirmamos de manera practica en nuestra propia vida personal el estudio de la Palabra.
CUATRO FORMAS DE AFIRMAR ESTO EN FORMA PERSONAL.
· LEYENDOLA Y ESTUDIANDOLA.
Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. I Tim 4:13
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. II Tim 2:15
· MEMORIZANDOLA.
En mi corazón he guardado tus dichos,para no pecar contra ti. Sal 119:11
· HONRANDOLA.
Deseables son más que el oro, más que mucho oro refinado; y dulces más que la miel, la que destila del panal. Sal 19:10,11
· PRACTICANDOLA.
Sed hacedores de la palabra y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. 23Si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, ese es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural; 24él se considera a sí mismo y se va, y pronto olvida cómo era. 25Pero el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace. Santiago 1:22-25
3.- AFIRMEMOS NUESTRA POSICIÓN BAJO LA AUTORIDAD
DE LA PALABRA PREEMINENTE DE DIOS.
Sujetivismo y relativismo están siempre caracterizadas por la busqueda humana por la verdad. La Palabra de Dios es nuestra absoluta autoridad y argumento concluyente. Una pasión por la preeminencia de la Palabra nos lleva a guardar por siempre la
Palabra de Dios como la autoridad gobernante de nuestra vida y ministerio. Por esa pasión se mantiene aún la Biblia como la autoridad final de nuestra fe y conducta.
Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido 15y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. II Tim 3:14,15
Pero el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace. Santiago 1:25
3El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida Juan 6:63.
pues este es el amor a Dios: que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos, I Juan 5:3.
III:_ REFLEXIONEMOS EN LA PREEMINENCIA DE LA PALABRA
EN EL DESARROLLO DE LA MISIÓN INTEGRAL.
El Señor está buscando gente que se sostenga del poder viviente de su Palabra y
que como un niño tomado de la mano de su padre, camine aferrado a esa Palabra
preeminente. Decidamos ministrar a nuestras comunidades la totalidad
del poder inherente en la Palabra de Dios. Rehusemos permitir “exageraciones de
fe” que nos enceguecen al hecho de que el Espíritu Santo nos está llamando
a una fe viva, una creencia activa del poder viviente de la Palabra de Dios.
Necesitamos hacer espacio para Dios en nuestro ministerio para que él
manifieste el poder de su palabra.
REFLEXIONEMOS.
· Regocijémonos cuando el pueblo encuentre sanidad en las promesas de Dios, pero que ese regocijo este en Cristo. Tales hechos no son tributos a nuestra fe, pero si a su la gran fidelidad de Dios.
· Admitamos la necesidad de romper con el negativismo de mente y empezar a hablar las promesas de Dios y hacerlas efectiva a las necesidades de las comunidades.
· Decidamos presentar la Palabra Viva encarnada en nosotros como siervos de Dios para que las comunidades vean que es una realidad y no sola palabras.
· Aceptemos las promesas de Dios que proveen esperanza y recursos para nuestra vida y servicio en su nombre.
1.- En que forma necesito hacer cambios en mi ministerio para presentar la
preeminencia de la Palabra a la Comunidad?
2.- Cuáles son mi próximos pasos para afirmar en mi vida personal la preeminencia de la
Palabra en el desarrollo integral de la mision?