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DERRIBANDO FORTALEZAS.

¿Que es una Fortaleza?

“3Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 4porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.” 2 Corintios 10:3-5.

Todo proceso de liberación exitoso empieza cuando se remueve todo lo que esta defendiendo al enemigo. Hablando en Guerra Espiritual, el Apóstol Pablo lista la palabra fortaleza para definir la fortaleza espiritual donde satanás y sus legiones se esconden y están protegidos. Estas fortalezas existen en las formas de pensar e ideas que gobiernan los individuos e iglesias, como también comunidades y naciones. Antes que la victoria sea declarada, estas fortalezas deben ser derribadas y la armadura de satanás removida. Después la Palabra poderosa y el Espíritu Santo pueden efectivamente derribar la casa de satanás.

Pero miremos la definición bíblica fortaleza. En el Antiguo testamento era una guarida fortificada usada como protección del enemigo. Esto lo encontramos cuando David se escondió del Rey Azul en una fortaleza en el desierto en Hores, 1 Samuel 23: 14, 19. “14Y David se quedó en el desierto en lugares fuertes, y habitaba en un monte en el desierto de Zif; y lo buscaba Saúl todos los días, pero Dios no lo entregó en sus manos………………………….19Después subieron los de Zif para decirle a Saúl en Gabaa: ¿No está David escondido en nuestra tierra en las peñas de Hores, en el collado de Haquila, que está al sur del desierto?” Estas eran fortalezas físicas, usualmente cuevas en lo alto de una montaña y eran muy difíciles de ser asaltadas. Fue con esta imaginación en la mente que las personas inspiradas por el Espíritu Santo que escribieron la Biblia adaptaron la palabra “fortaleza” para definir las poderosas realidades espirituales que están vigorosamente protegidas. Una fortaleza puede ser una protección para nosotros del demonio, como seria el caso en que El Señor llega a ser nuestra fortaleza, en Salmo 18:2 “Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. O al contrario, una fortaleza podría ser una fuente de defensa del demonio, donde las actividades de pecado o demoníacas actualmente son defendidas por nosotros por nuestros pensamientos de simpatía hacia algo de pecado o demoníaco. La fortaleza que expondremos primero son aquellas actitudes que protegen y defienden nuestra vieja naturaleza, que generalmente se convierten en “las fortalezas donde moran” las opresiones del demonio en la vida de una persona.

El Apóstol Pablo defiende las fortalezas como “……..argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios…………” 2 Corintios 10:5. Una fortaleza demoníaca es todo pensamiento que se exalta a si mismo sobre el conocimiento de Dios, por lo tanto dándole al diablo un lugar seguro para influenciar en los pensamientos de vida de un individuo.

En muchos de los casos no estamos hablando de un espíritu que posee una persona o un espíritu que oprime a un cristiano. No creemos que un Cristiano pueda ser poseído, por que cuando una persona es poseída por un demonio, ese demonio llena el espíritu de la persona como el Espíritu Santo llena el espíritu de un cristiano.

Sin embargo, como lo expresamos anteriormente un cristiano puede ser oprimido por un demonio, que puede ocupar sistemas de pensamientos no regenerados, especialmente si estos pensamientos son defendidos por auto engaño o falsa doctrina! El pensamiento, “Yo no puedo tener un demonio por que yo soy un cristiano” es simplemente una mentira (auto engaño). Un demonio no lo puede poseer y menos eternamente, si usted es cristiano, pero usted puede tener un demonio si usted se revela a arrepentirse de sus pensamientos que simpatizan con del diablo. Su rebelión contra Dios puede provocar un espacio para que el demonio pueda molestar en su vida.

Un número considerable de cristianos son atormentados por varias clases de temores, estos cristianos han asistido a consejerías y orado por estos temores sin embargo no se ha visto la mejoría. Estos cristianos necesitan más que una oración o consejeria, estos necesitan una liberación. Sin embargo, la liberación de pronto no les ayudara hasta que el espíritu de temor sea confrontado y atado, y la fortaleza de temor sea sacada de la mente.

Muchos creyentes creen que por que tienen al Espíritu Santo ellos no pueden ser engañados, esto también es falso. Una razón por la cual el espíritu de verdad fue enviado, fue porque podíamos fácilmente auto engañarnos. Es un hecho que solo el hecho de pensar que un cristiano no puede ser engañado, es de por si un engaño! Una vez esta mentira permea la mente del creyente, sus ideas y opiniones se cristalizan y permanecen en cualquier estado de inmadurez espiritual en el que este en ese momento el creyente. Cualquier clase de espíritu puede atacar el alma sabiendo que están protegidos por la armadura que tiene la persona sobre sus doctrinas y pensamientos!

Es muy difícil romper con el poder del auto engaño religioso en que nos sumimos a veces, por la misma naturaleza de “la fe” por que esta trabaja no dejando ningún espacio a la duda. Una ves la persona es engañada, no reconoce que esta engañada, por que ha sido engañada! Por que con todo lo que creemos que conocemos, creemos que deberíamos saber esto también. Oiga, nosotros nos podemos equivocar. Si no aceptamos esta verdad, ¿Como podremos alguna vez corregir nuestros errores?

Cualquier área de nuestro corazón o mente que no este rendida al Señor Jesucristo es una área vulnerable a los ataques de satanás. Y es aquí únicamente en los pensamientos de vida no crucificados de la mente del creyente que el tumbar las fortalezas es de vital importancia. Por esta razón debemos obtener lo que llama la escritura “humildad de mente” (Hechos 20:19) antes que la verdadera liberación se lleve a cabo. Cuando nosotros descubrimos rebeldía en contra de Dios en nosotros, nosotros no nos debemos excusar o defender de esto, lo que debemos hacer es humillar nuestros corazones y arrepentirnos. Esto es ejercitar la fe en Dios para cambiarnos.

Satanás se alimenta es del pecado. Donde haya un hábito de pecado en la vida de un creyente, allí se puede esperar actividad demoníaca. El hábito de pecar es el lugar de habitación de los espíritus que le quitaran el poder y el gozo al creyente y esta habitación es una fortaleza.

De pronto usted no acepta la idea que los espíritus diabólicos pueden frecuentar y ocupar las actitudes en la vida de un creyente, pero usted seguro acepta que cada uno de nosotros tiene una mente carnal que es la fuente de toda imaginación vana y pensamientos que se exaltan por encima de Dios, 2 Corintios 10:3-5 “3Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 4porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.” Nosotros le podemos poner arreglo y fin a esto tratando con satanás y el sistema carnal de pensamiento que tenemos, fortalezas, que protegen al enemigo.

En la vida del Señor Jesucristo no hubo fortalezas, tampoco actitudes incorrectas ni proceso de pensamientos oscuros. Antes que El Señor fuera a su muerte, el dijo, Juan 14:30 “30No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí.” Satanás no tenia nada en Jesús. También, nosotros quisiéramos decir que satanás no tiene ninguna área secreta dentro de nosotros, ni ningún proceso de tentación que este pueda manipular para que le abramos la puerta de nuestra alma al diablo. Cuando las fortalezas de nuestra mente han sido derribadas, no quiere decir, sin embargo que ocasionalmente caigamos en pecado, pero caminaremos en la gran victoria en Cristo Jesús. Entones en este momento seremos de gran ayuda e instrumento para la liberación de otros.

EL ARREPENTIMIENTO PRECEDE A LA LIBERACIÓN.

Tumbar fortalezas empieza con arrepentimiento. Cuando el Señor envío a los discípulos, dijo Marcos 6:12-13 “12Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen. 13Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban.” Acerca de la liberación de espíritus que plagan la mente, arrepentimiento precede a la liberación y de la liberación frecuentemente se prosigue a los proceso de sanción en otras áreas.

Si usted ha sido un cristiano por mucho tiempo, usted ha roto o tumbado muchas fortalezas en su mente. Estos se rompieron cuando usted se arrepintió y llego a los pies de Cristo. Liberación es usualmente simple cuando la mente esta dispuesta. Sin embargo, donde no hay arrepentimiento, la liberación es imposible, por que cuando un espíritu es ordenado que salga, si la estructura mental del individuo no ha cambiado, su actitud errada hacia el pecado volverá a traer ese espíritu otra vez a su mente.

Un aspecto del ministerio del Señor Jesús es, Lucas 2:35 “35(y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.” Si usted verdaderamente caminara con Jesús, muchos de los procesos de sus pensamientos serán expuestos. Ahora bien, habrá un poder de Dios que facilitara el arrepentimiento y recibiremos de su virtud en nuestra vida y veremos fortalezas caer y la victoria llegar. Pero debemos advertirles, habrá presión de su carne como también del mundo demoníaco para minimizar o ignorar lo que Dios esta pidiendo de ti. Usted será tentado para que ceda en algo, así se crea pequeño, mientras que sus verdaderos problemas estarán atrincherados y bien escondidos. Démonos cuenta que de la energía que nosotros gastamos en mantener nuestros pecados escondidos es el material actual del cual las fortalezas son formadas. Los demonios contra los que usted pelea están usando sus pensamientos para garantizarse el acceso a su vida.

Oremos: Padre poderoso, que estas en los cielos, hay áreas en mi vida como el creer que no soy buen administrador, que no perdono, que no trabajo lo suficiente para recibir un salario digno, etc., áreas que no he sometido totalmente al Señor Jesús mi salvador. Señor, perdóname por no estar totalmente comprometido. Te pido que me des fuerzas para acercarme y tumbar las fortalezas sin preguntas y resentimientos en mi corazón. Por el poder del Espíritu Santo y en el nombre de Jesús, yo ato todas las influencias demoníacas que estén reforzando el no compromiso y el pecado dentro de mí. Yo someto mi ser a la luz del espíritu de verdad para exponer las fortalezas de pecado dentro de mí. Por la poderosa fuerza del Espíritu Santo y la Palabra, yo proclamo que cada una de las fortalezas en mi vida caen en el nombre de Jesús! Yo a Propósito, por la gracia de Dios, declaro que la única fortaleza dentro de mí, es la fortaleza de la presencia de Cristo!

Te doy gracias Señor, por perdonarme y limpiarme de todos mis pecados y por la Gracia de Dios yo me comprometo a seguir hasta que aun las ruinas de la fortalezas sean removidas de mi mente! Gracias, Padre hermoso. En el nombre de Jesús, amén.