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Salmeando, Una Nueva Cancion

Salmeando Proféticamente – Es de naturaleza profética. Aquí el Salmista trae un mensaje de parte de Dios para exhortación, edificación, corrección, y dirección. Lo profético siempre ha sido asociado con predecir el futuro, pero puede ser solamente un simple mensaje departe del Señor, revelando cosas las cuales solo Dios conoce. Salmear Proféticamente es muy edificante cuando es originado en Dios.

El Salmista debe de tener mucha precaución sobre la forma de entregar el mensaje. El mensaje debe de ser entregado en amor y sensibilidad. Aunque el mensaje sea correcto, la forma de entrega de este puede humillar al receptor.
Es una responsabilidad muy grande hablar por el Señor. El Salmista que entiende esto se llena de la palabra y presencia de Dios.

“La palabra de Cristo habite en vosotros en abundancia en toda sabiduría, enseñándoos y exhortándoos los unos á los otros con salmos é himnos y canciones espirituales, con gracia cantando en vuestros corazones al Señor” (Colosenses 3:16).

Canciones Escritúrales – Es lo que mas escuchamos como alabanza y adoración. Es tomar escrituras Bíblicas y poner música a ellas. Ya que la palabra de Dios es ungida y profética será de gran bendición para todos cantarla.

Ya que salmear es traer un mensaje de Dios al hombre y viceversa, el Salmista debe de estar afinado al Espíritu Santo para escoger los cantos escritúrales necesarios en el momento.

“Hablando entre vosotros con salmos, y con himnos, y canciones espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones” (Efesios 5:19).
“Cantadle canción nueva: Hacedlo bien tañendo con júbilo” (Salmo 33:3).

Tañendo con Júbilo – La exhortación Bíblica a los músicos, es que tañen con júbilo. Tañer significa “destreza”, pero no la destreza de leer música, o tocar con una habilidad técnica. Tañer combina la técnica con la improvisación. Improvisación es el componente del Espíritu que aplica la música a la situación presente. La palabra Hebrea para “tañer” es la palabra YATAB, “algo bueno, estar bien, algo hermoso, algo placentero, ser amoroso, estar alegre, animar”. Bajo la improvisación del Espíritu Santo, el Salmista hará esto con el instrumento o las voces.

Cuantas historias hemos oído de predicadores que al tocar un instrumento ministran a las personas. El evangelista Junior Narvaez que al tocar el violín las personas recibían sanidad. Paulino Bernal que al tocar el acordeón muchos son liberados y sanados. Esa es la unción de Salmista en estos predicadores. David que al tocar el arpa, el demonio que atormentaba a Saúl huía.

Le contare mi experiencia personal. Cuando estoy en campaña llevo mi instrumento para tocar. Es un Steel Drum de Jamaica, un instrumento que suena como piano pero es echo de un barril de 55 galones. En la Republica del Salvador, estuve ministrando en una iglesia de cierta denominación, la cual no usa instrumentos musicales en el servicio. Para ellos, es contaminación. En esta iglesia yo lleve mi instrumento ya que el Espíritu Santo así lo había indicado. El ambiente estaba tenso y veía la insatisfacción de los hermanos por la presencia de guitarras y amplificadores.

Cuando se me entrego mi parte comencé a tocar un himno instrumental en el Steel Drum. De repente fue como si aquel lugar hubiese sido cambiado. Esta Iglesia no cree en la llenura del Espíritu Santo hablando en otras lenguas, pero en aquel lugar de pronto comenzaron a ser llenos del Espíritu Santo hablando en otras lenguas. Los testimonios de Sanidad eran muchos, personas corriendo al altar a recibir a Jesús como Salvador. La gloria del Señor lleno la casa. Estuve cerca de dos horas orando por las personas de aquel pueblo, ya que al oír la algarabía comenzaron a llegar a la Iglesia para ver que estaba pasando. Esa es la unción del Salmista en el tañedor.

Había muchos arpistas en Israel cuando trajeron a David ante Saúl. ¿Por qué David? “Diga pues nuestro señor á tus siervos que están delante de ti, que busquen alguno que sepa tocar el arpa; para que cuando fuere sobre ti el espíritu malo de parte de Dios, él taña con su mano, y tengas alivio” (1 Samuel 16:16). ¡Ah! David era tañedor.

Cuando el profeta Elíseo no tenia palabra de Jehová, ¿A quien hizo llamar? “Mas ahora traedme un tañedor. Y mientras el tañedor tocaba, la mano de Jehová fue sobre Elíseo” (2 Reyes 3:15).

Dios nunca ha buscado músicos sino tañedores, músicos cuya prioridad no es el tocar sino ser ungidos por el Espíritu Santo. Músicos que saben ser dirigidos por el director orquestal mas grande, el Espíritu Santo.

“Los cantores iban delante, los tañedores detrás; En medio, las doncellas, con adufes” (Salmo 68:25). Que espectacular es nuestro Dios, cantores, tañedores, y dancistas.

“Y cantores y tañedores en ella dirán: Todas mis fuentes estarán en ti”
(Salmo 87:7).

La Música
y Su Elemento Profético

Aunque hay grupos que sancionan el uso de instrumentos, la música es un ministerio y mandato en la palabra de Dios. Las siguientes escrituras nos darán una base para ello.

1. 1Sm:10:5:
“De allí vendrás al collado de Dios donde está la guarnición de los Filisteos; y cuando entrares allá en la ciudad encontrarás una compañía de profetas que descienden del alto, y delante de ellos salterio, y adufe, y flauta, y arpa, y ellos profetizando:” (RVA)

1 Cron:25:1:
“ASIMISMO David y los príncipes del ejército apartaron para el ministerio á los hijos de Asaph, y de Hemán, y de Jeduthún, los cuales profetizasen con arpas, salterios, y címbalos: y el número de ellos fue, de hombres idóneos para la obra de su ministerio respectivo:” (RVA)
Fueron usados por los profetas cuando profetizaban inspirados por el Espíritu Santo.

2. Sal:33:1-3
ALEGRAOS, justos, en Jehová: A los rectos es hermosa la alabanza.
Celebrad á Jehová con arpa: Cantadle con salterio y decacordio.
Cantadle canción nueva: Hacedlo bien tañendo con júbilo. (RVA)

Sal:81:1-4
CANTAD á Dios, fortaleza nuestra: Al Dios de Jacob celebrad con júbilo.
Tomad la canción, y tañed el adufe, El arpa deliciosa con el salterio.
Tocad la trompeta en la nueva luna, En el día señalado, en el día de nuestra solemnidad.
Porque estatuto es de Israel, Ordenanza del Dios de Jacob. (RVA)
A los justos (los que han sido justificados), se les ordena cantar con instrumentos.

Sal:92:1-3
“Bueno es alabar a Jehová, Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo;
Anunciar por la mañana tu misericordia, Y tu verdad en las noches,
En el decacordio y en el salterio, En tono suave con el arpa”. (RVA)
Alabar con instrumentos es algo bueno.


Nm:31:6:
“Y Moisés los envió á la guerra: mil por cada tribu envió: y Phinees, hijo de Eleazar sacerdote, fue á la guerra con los santos instrumentos, con las trompetas en su mano para tocar”. (RVA)
Instrumentos dedicados a Dios son instrumentos santos.

1Cron:16:42:
“Con ellos á Hemán y á Jeduthún con trompetas y címbalos para tañer, y con otros instrumentos de música de Dios; y á los hijos de Jeduthún, por porteros”.

2Cron:7:6:
“Y los sacerdotes asistían en su ministerio; y los Levitas con los instrumentos de música de Jehová, los cuales había hecho el rey David para confesar á Jehová, que su misericordia es para siempre; cuando David alababa por mano de ellos. Asimismo los sacerdotes tañían trompetas delante de ellos, y todo Israel estaba en pie”. (RVA)
Los instrumentos dedicados a Dios son llamados instrumentos de Dios y del Señor.

2Cron:5:12-14
“Y los Levitas cantores, todos los de Asaph, los de Hemán, y los de Jeduthún, juntamente con sus hijos y sus hermanos, vestidos de lino fino, estaban con címbalos y salterios y arpas al oriente del altar; y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban trompetas

Sonaban pues las trompetas, y cantaban con la voz todos á una, para alabar y confesar á Jehová: y cuando alzaban la voz con trompetas y címbalos é instrumentos de música, cuando alababan á Jehová, diciendo: Porque es bueno, porque su misericordia es para siempre: la casa se llenó entonces de una nube, la casa de Jehová.

Y no podían los sacerdotes estar para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había henchido la casa de Dios”. (RVA)
Cuando se canto y tocaron los instrumentos la gloria de Jehová descendió.

Tomado del libro: La Gloria en la Casa por Luis Nazario.