Muchos hombres se han distanciado y son espectadores en 2 áreas muy importantes en su vida — su hogar y la iglesia. Ya no son los que llevan las riendas, no dirigen; no son los ejemplos que eran, evaden su responsabilidad. Huyen del compromiso y resisten la obligación; quebrantan las promesas que hicieron a sus esposas, hijos, iglesia y a Dios.
I. ¿Cuáles son los efectos?
Los efectos de esta falta de hombría de paternidad – ESTA falta de verdaderos hombres ha dañado nuestras familias, sociedad e inclusive nuestras iglesias.
Hay 25 millones de niños (36.3%) que no viven con sus padres. El 40% de ellos no han visto a su padre en 1 año, el 50% de ellos no conocen la casa donde vive su padre.
Porque falta un hombre que sea ejemplo en el hogar, en los últimos 30 años han: Aumentado un 550% los crímenes violentos Han incrementado un 400% los nacimientos ilegítimos Han aumentado un 200% los embarazos de niñas Los suicidios han aumentado un 300% entre los adolescentes Más del 70% de los jóvenes en reformatorios o cárceles estatales vienen de hogares donde el padre está ausente. El 63% de los suicidios entre los jóvenes son por aquellos que no tienen padre El 85% de los niños que tienen problemas de comportamiento en la escuela son de hogares sin padre El 80% de los violadores vienen de hogar sin padre El 71% de los que abandonan la preparatoria (high school) vienen de hogares sin padre El 75% de todos los adolescentes fármaco dependientes vienen de hogares sin padre El 85% de los que están la prisión vienen de hogares sin padre El 72% de los americanos encuestados recientemente dijeron que el problema más serio que enfrenta las familias es la ausencia física de los padres y en segundo lugar la ausencia emocional del padre.
El daño en la iglesia no es menos alarmante. Muchas veces las iglesias se estancan o se mueren porque los hombres se acobardan en el trasfondo de las paredes. Temen ponerse en acción, temen ser líderes, temen aceptar responsabilidad.
Muchas de las veces carece la iglesia del liderazgo que Dios estableció para el hombre; y la mujer es la que ha tenido que tomar las riendas y enfrentarse a lo que venga porque no hay quien se porte varonilmente. Son las mujeres que trabajan arduamente, se comprometen, *****plen y conocen más de Dios que los hombres.
Cuantas veces he escuchado a los pocos varones que hay en la iglesia acobardarse ante un trabajo diciendo, “No quiero estar al frente, pero puedo ayudar de cualquier otra manera”. En otras palabras están diciendo, no quiero responsabilidad, no quiero dirigir.
Hay un problema serio en nuestra sociedad – los hombres brillan por su ausencia – se están acobardando de la responsabilidad que Dios les ha dado de su hogar y la iglesia.
Y no solo brillan por su ausencia, pero están agonizando. A pesar del movimiento feminista, la realidad es que el hombre está agonizando. Las estadísticas nos muestran cuánto sufre el hombre. El 88% de los que conducen un carro ebrios son hombres El 83% de las personas detenidas por crímenes serios son hombres El 85% de todos los homicidios son cometidos por hombres. Un hombre tiene 25% de riesgo de terminar en la prisión que una mujer. La probabilidad de desarrollar úlceras, morir de cáncer, pulmonía, de enfermedad del hígado, derramen cerebral, problemas de las arterias o paro cardiaco es más grande en un hombre El 75% de todos los suicidios son cometidos por hombres
Lo que he dicho hasta hora recalcan el hecho de que hay un problema serio. Creo que están de acuerdo conmigo.
Dios ha ordenado al hombre que gobierne su hogar y sea líder en la iglesia. El hombre debe dirigir. Si han de ser líderes, con ello viene la responsabilidad. Pero son muchos los que han abandonado sus puestos de líder. Han abandonado sus puestos y el daño que esto ha causado es grave y grande.
II. ¿Qué se puede hacer?
Estoy convencido que la única manera de reparar el daño y los estragos causados por este problema es que los hombres se porten varonilmente. ¿Qué significa “portaos varonilmente”? ¿Dónde encontramos un ejemplo de esto? Hay mucha confusión en nuestra sociedad, y mucha es causada por la influencia del humanismo, feminismo y la falta de atención a la Biblia acerca de la enseñanza de la hombría. Tenemos muchos ejemplos en la sociedad como:
Rambo y Steven Segall. Que el mundo de fantasía los muestra como hombres porque pueden matar sin detenerse, pueden destruir sin mostrar dolor ni remordimiento por sus acciones.
Está Magic Jonson, uno que fue jugador de baloncesto y muy hábil, o los protagonistas de las tele novelas que según ellos son machos porque tienen muchas conquistas femeninas.
Por otro lado están Al Bundy o Dan Arnold, hombres que son la burla de su esposa y sus hijos, juegan un papel de tontos en las comedias del televisor. Hay otros que son admirados como Donald Trump quienes definen su masculinidad por cuanto dinero tienen en su cuenta bancaria.
¿Dónde pues podemos encontrar a un verdadero hombre?
Piensa un poco. Cuando se compra un televisor nuevo, se recibe un libro de instrucciones. Al comprar un carro, también te dan un libro de instrucciones; al comprar una lavadora y etc. Todo viene con un manual de instrucciones. ¿Sabías que hay un libro con instrucción para la vida? El hacedor y diseñador conoce bien como se puede vivir mejor, cómo funciona esto que se llama vida.
Es claro. No debes medir tu masculinidad basándote en la opinión de los tiempos presentes. Cuando se pregunta ¿Qué es un hombre? No podemos pedir la respuesta a Bill Clinton o a Oprah Winfrey. No, a ninguno de ellos, sino vamos al mismo Creador para que nos responda. Debe el hombre ir a Dios para que le revele cuál es el diseño para la vida.
Hay un libro en inglés, TENDER WARRIOR, por Stu Weber. En este libro él presenta el modelo bíblico para el hombre. Voy a hacer un pequeño resumen del concepto que presenta Stu Weber.
Así como hay norte, sur, este y oeste – cuatro puntos cardinales en un compás. Y como hay primavera, verano, otoño e invierno – cuarto estaciones del año; y hay cuatro elementos en la tierra; así hay cuatro facetas del hombre – rey, guerrero, discipulador (mentor) y amigo.
Hay cuatro ritmos que laten dentro de cada varón desde niño. Es un son en cuatro partes al cual cada varón debe marchar si desea ser un hombre completo, íntegro. Están unidos estos ritmos, nunca están por sí solos, proveen el color del arco iris masculino del cual todos tomamos nuestro color. Se unen perfectamente el uno con el otro, reflejan la luz de Aquel que nos hizo a su imagen. Cuando están en balance, la imagen del Creador es clara y el hombre y todos los que están a su alrededor florecen. Más cuando está fuera de balance – la imagen se distorsiona, el hombre se seca y los que están a su alrededor sufren dolor. Estos cuatro ritmos, calidades, son como cuatro grandes pilares que tanto apoyan como definen al hombre.
Camina conmigo junto a esos pilares. Son altos. Echan su larga sombra sobre la tierra desolada, pero si nos acercamos lo suficiente podremos leer las inscripciones en ellos.
El primer pilar tiene la inscripción:
REY
El pilar del REY es claramente central al tema de las Escrituras. Dios es el Rey de reyes. Su Hijo, el segundo Adán, tiene todo poder y autoridad en el cielo como en la tierra. Y Adán, el hombre prototipo, fue instruido en el Edén a que “sojuzgara” la tierra. En la mente de Dios el hombre es quien debe tener dominio, ser la cabeza en el hogar y en la iglesia.
Ah, pero esta autoridad no es una opresiva ni de dictador, porque el corazón del rey es uno que provee.
«Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo» 1ª Timoteo 5:8.
El pilar de REY nos enseña que el hombre debe proveer. Debe proveer todas las necesidades de su familia. Y comprende que cuando hablo de necesidades no solo me refiero a lo material. Un hombre bien puede proveer un techo, comida, ropa, educación y aun fracasar como padre, esposo y líder ante los ojos de Dios. Porque un hombre provee mucho más que lo material para su familia, tú debes proveer para las necesidades emocionales y espirituales también.
Sí, el hombre debe ser rey. Pero el rey mira hacia el futuro – busca nuevo territorio para asegurarse de que las necesidades estén satisfechas. El rey no espera que se le pida, el diligentemente busca comprender y conocer las necesidades de su familia para poder proveer. El rey vigila, pone orden, provee misericordia y justicia. El rey es la autoridad, es el líder. Guía, va adelante, no va al final empujando.
El primer pilar de la masculinidad es el de REY. El hombre ha de proveer.
El segundo pilar tiene es el de:
GUERRERO
Este pilar también tiene base bíblica. Nuestro Dios, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, se presenta como Jehová-Sabaoth, Jehová de los ejércitos, en el Nuevo Testamento es personificado en Jesús. Sí, el tierno, manso y humilde Jesús. En el libro de Revelación el cierra la escena montado en un caballo blanco, con un vestido blanco teñido en sangre, con lanza y barra de hierro en su mano. El libro de Revelación concluye con un rugir, no un lloriqueo. En las epístolas se le refiere al cristiano maduro con términos militares. Se le insta a “sufrir penalidades como buen soldado de Jesucristo” (2ª Timoteo 2:3) Se le instruye a vestirse toda la armadura de Dios (Efesios 6:10-18). Un guerrero bien equipado para luchar contra el enemigo y destruir las fortalezas satánicas que se levanten contra su “reino”.
El corazón del GUERRERO es uno que protege. El guerrero protege, defiende, y se pone en la brecha para guardar a toda costa. Un guerrero defiende a su esposa e hijos de los dardos del enemigo, se clava de rodillas e intercede noches enteras por ellos. Este es un hombre. Aquel que puede llorar y gemir por las almas de sus seres queridos. Aquel que puede y sabe luchar por aquellos que han de ser salvos e integrarán a su iglesia.
Al decir guerrero no me refiero a uno que le gusta pelear o toma placer sadista en ver la sangre fluir. Hay diferencia entre un guerrero y un bruto. Un guerrero protege, ya sea que esté pisoteando el insecto que asusta, o asegurando su casa antes de acostarse, o levantándose al sonido de un ruido extraño durante la noche. Defiende a su familia de los abusos de otros. Puede que esté arreglando algo en la casa para evitar un accidente como puede ayudar a su esposa a cruzar la calle. El hombre sobresale cuando PROTEGE y DEFIENDE.
Quizá es por esto que es humillante que alguien le llame a un hombre un “cobarde”. Quizá, pueda ser, que el guerrero dentro del hombre explica algunas cosas acerca de él. ¿No te has fijado cuán orgulloso parece el hombre? ¿Pudiera ser que el ritmo de guerrero está fuera de balance? El ser un buen soldado, después de todo se relaciona con el dolor. Un guerrero se acostumbra a ponerse su armadura. Aun el corazón tierno puede esconderse eficazmente debajo ½ pulgada de armadura. Cuando estás formado para ser protector y soldado, es difícil mostrar el lado tierno. Todo padre que tiene a un hijo varón sabe que tiene tendencias de guerrero, son parte del paquete, llegan cuando llega el bebé. No importa si nunca de das una pistola de juguete a tu hijo, el usará su dedo. ¿Te escandaliza la idea de una granada de juguete? Los guerreros pequeños muy creativos usan terrones como explosivos al jugar, piñones nucleares o bombas de nieve.
El hombre está diseñado para ser guerrero – para proteger. Y hay mucho que proteger. El guerrero está listo en cualquier momento para salir y guardar a su familia. El REY junto con el GUERRERO se esfuerzan para dar paz y seguridad a los suyos. Con la sola presencia del varón el hogar se debe sentir seguro porque están confiando en la protección del padre.
Un hombre verdadero no se sienta y contempla que su esposa está siendo abrumada por las tareas del hogar. Si es necesario, él ayuda con la limpieza, inclusive lavar los platos. Puede limpiar el piso. Un verdadero hombre protege a su esposa de las emociones que la pueden sobrecoger. No importan cuánto puedas levantar con las pesas o qué cosas puedas edificar, si no ayudas, no proteges no rescatas a tu familia, no eres un hombre. Puede que ante los ojos de la sociedad sea un “buen macho”, pero ante los ojos de Dios, quien te formó, no eres nada. Eres como una podadora de césped que está tratando de aspirar la alfombra. No eres eficaz.
El hombre debe estar dispuesto a sacrificar tiempo y comodidad y tomar riesgos peligrosos si es necesario para proteger a su familia y su iglesia.
REY/PROVEEDOR GUERRERO/PROTECTOR
Estos dos grandes pilares de la masculinidad son necesarios. Tristemente algunos hombres están tan deseosos de ser REY y forjar su reino que se les olvida que deben estar disponibles para protegerlo también y no abandonarlo.
Llegamos así a tercer pilar:
DISCIPULADOR (MENTOR O MAESTRO)
Este pilar no solo se ejemplifica en las Escrituras, pero claramente se manda al varón a «repetir (la Palabra de Dios) a tus hijos, y hablar de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano (acciones), y estarán como frontales entre tus ojos (siempre en tu mente); y las escribirás en los postes de tu casa (que sean el fundamento de tu hogar) y en tus puertas (para que guarden tu hogar del enemigo)” Deuteronomio 6:1-9. En el Nuevo Testamento dice “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina (discípula o enseña) y amonestación (consejo) del Señor” Efesios 6:4.
Jesús, el único perfecto, fue un gran discipulador. Todos los que se llaman discípulos de Cristo deber “Ir por todo el mundo enseñando”. Pero antes de ir por todo el mundo, comienza por TU MUNDO, tu hogar.
El corazón de un mentor es uno que enseña. Él tiene conocimiento. Quiere que otros también adquieran conocimiento. El es ejemplo, explica y adiestra. Discípula a su esposa, hijos y a otros.
Un hombre debe tener conocimiento. Es por esto que los pequeños se acercan al padre con tantas preguntas. Pero el padre no tiene tiempo para esto. Muchos mandan a sus hijos a que vayan con su madre para que “la molesten a ella porque ella tiene tiempo”. El hombre debe enseñarles a sus hijos acerca de la vida. El hombre debe ser ejemplo de integridad, guardar la pureza de su hogar y amar a su esposa sobre todo. El hombre que es hombre en verdad es fiel a su esposa y *****ple la palabra que le empeñó en la ceremonia de matrimonio “hasta que la muerte nos separe”. ¡Tus hechos hablan más fuerte que tus palabras! Discípula por tu ejemplo, eres carta abierta leída por todos.
(Una encuesta que se hizo recientemente muestra que solamente el 34% de los padres son buenos ejemplos para sus familias).
REY/PROVEEDOR GUERRERO/PROTECTOR MENTOR/MAESTRO
Hemos llegado al último pilar en nuestra caminata. Este pilar tiene la inscripción de “amigo”.
AMIGO/TERNURA
Este pilar nos acerca a Dios quien se define a sí como AMOR. Dios insiste que el centro de todo es el amor. Debemos amarle a Él sobre todas las cosas y luego amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Es la enseñanza básica de las Escrituras y el “nuevo mandamiento” que Cristo dio.
El corazón de un amigo es uno que ama, compasivo y tierno. Bajo la coraza de guerrero late un corazón tierno. Cada hombre tiene un lado tierno. El lado que lo une a otros, el lado que le permite relacionarse, que desea ser amado y amar.
Un ídolo del cine, John Wayne, dijo «nunca te disculpes, es una señal de debilidad”. ¡Cuán equivocado! El General Norman Schwarzkoph fue entrevistado por Barbara Walters poco después que llegó de la guerra del golfo pérsico. En el transcurso de su entrevista algo tocó el corazón de este hombre y comenzó a derramar lágrimas. Todo mundo miraba con fascinación a ese hombre, un general de cuatro estrellas con lágrimas en sus ojos. La misma Barbara Walters se asombró y le preguntó si no tenía temor de que todo el mundo lo mirara llorar.
Sin titubear el general le respondió, “No, no tengo temor de derramar lágrimas. Pero lo que sí temo es a un hombre que no tenga sentimientos y no pueda llorar.» Este varón estaba en lo cierto. Un hombre debe ser fuerte pero tierno. Dios es Dios fuerte, pero ¡cuán tierno y amoroso es!
Permítame hacer una aclaración. Hay diferencia entre ternura y debilidad. Queremos ser guerreros tiernos, no hombres debiluchos. El diccionario nos ayuda a hacer distinción entre ambas palabras. Tierno significa una persona que puede expresar sentimientos como amor, compasión, bondad, afecto, consideración y cuidado. Uno débil es afeminado, que se doblega ante las tensiones, no se modela, no está preparado para resistir los problemas.
La sensibilidad masculina nunca debe ser igual al de la mujer. El hombre no puede llegar a ser tan sensible como la mujer porque Dios así nos hizo. El Apóstol Pablo fue ejemplo de un hombre tierno. El no se daba por vencido, se enfrentaba a todo problema y dificultad. Fue un hombre que se enfrentó a todo reto firmemente, que impactó y sigue impactando. El poseía un espíritu de coraje, una voluntad fuerte y fue una persona de opiniones firmes. Sin embargo, bajo su carácter fuerte latía un corazón tierno. Un corazón compasivo que amaba las almas y estaba dispuesto a dar su todo por su “mejor amigo” Jesucristo.
Si leemos en 1ª Tesalonicenses 2:7-8 vemos algunas palabras muy interesantes que nos muestran el sentimiento de Pablo. “Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos. Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos”. Pablo sabía ser un hombre de verdad. Un hombre de verdad puede y sabe amar. Un hombre es uno de palabra y compromiso. Pablo conocía la verdadera amistad.
Hay 2 hombres mencionados en la Biblia que conocían lo que es ser amigo. David y Jonathan. David, el guerrero que mató “diez mil” y Jonathan el heredero al trono. Es interesante esta amistad. Jonathan tenía todo el derecho de haber odiado a David. A Jonathan le pertenecía el trono, su padre era el rey. Saúl odiaba a David y le buscaba para matarlo. La gente admiraba a David más que al rey, o el padre de Jonathan. Y podía seguir contando. El hecho es que David y Jonathan formaron un pacto entre ellos. Esta amistad los unió de una forma tan pero tan estrecha. Lloraban juntos, compartían pensamientos y momentos especiales. La Biblia da tan vívido relato de esta amistad, creo yo que con el propósito de recordarnos que no debemos temer amar de esta forma—con compromiso y fidelidad.
Conclusión:
Ya que hemos caminado junto a esos enormes pilares de la vida, ahora nos queda cumplir. Dios nos hace un llamado. ¿Oyes el llamar? A nosotros se nos ha dado la responsabilidad de dirigir. Tu eres el responsable por la saludad espiritual, emocional y material de tu familia. Sin duda que esto es algo muy difícil y muchas veces ni serás recompensado ni reconocido por tu labor. Pero no hay que perder la esperanza porque al caminar con el Gran Amigo, todo será más fácil y Él nos guiará. El Dios de amor te recordará que tu esposa no necesita un anillo con un diamante de 3 quilates, te necesita a ti. Tu familia no necesita una computadora, televisor gigante o una tarjeta de crédito para cada miembro, te necesita a ti. Tu esposa necesita un hombre que *****pla con la Palabra escrita en Efesios 5:25-28. ÁMALA. Tus hijos necesitan de tu tiempo. Platica con ellos. Enséñales valores cristianos como integridad, disciplina, trabajo y fidelidad. Lo mejor que les puedas dar es tiempo, amor incondicional e instrucción de la Palabra de Dios.
Tu iglesia te necesita. Ya basta de hombres que no quieran estar al frente de la iglesia. El enemigo nos está ganando terreno y los pocos que están peleando están muy cansados, necesitan de ti. Es tiempo de dirigir, marca el paso, se ejemplo, trabaja y edifica la iglesia de Cristo.
Este día de los padres, ¿por qué no hacemos un regalo a nuestra familia e iglesia? Sé el hombre que Dios quiere que seas—REY, GUERRERO, MENTOR (MAESTRO) Y AMIGO. El reto es Portaos varonilmente.