Ya no tenemos que pagar o sufrir los pecados de nuestros padres y las consecuencias de sus malas decisiones. Y hay cristianos que creen esas mentiras y que no hay nada que puedan hacer para evitar esa enfermedad.
Pero la verdad de Dios saca todo eso a la luz. En una ocasión tuve un sueño en el cual veía una fortaleza. Yo pude entrar a esa fortaleza, estaba sucia, como un edificio en obra gris y había seres adentro. Esta fortaleza era como una torre y tenía escaleras tipo caracol en el interior que llegaban hasta la cima. Al ir subiendo por esas escaleras los seres que había adentro corrían hacia arriba a esconderse. Entonces desperté y me di cuenta que una fortaleza puede ser un lugar de habitación de demonios pero que estos huyen cuando la verdad ha llegado a nuestras mentes y comenzamos a detectar esas fortalezas, esos pensamientos e ideas equivocadas que tratan de limitarnos y esclavizarnos.
Otro ejemplo, en el plano deportivo México destaca en aquellos deportes que no son colectivos como el boxeo, atletismo, etc. Pero en deportes colectivos como el fútbol, básquetbol, etc. México no destaca. Cuando se quieren unir esfuerzos para sacar adelante el País en el ámbito político se batalla mucho para lograr avances, así también en el ámbito religioso. Pareciera que hubiera una fortaleza sobre México que no le permite trabajar en unidad y que destaca el egoísmo. Esto se debe contrarrestar con la verdad de Dios, que todos somos un mismo cuerpo, que todo es posible que cambie porque Cristo resucitó y que se puede amar como Cristo amó desechando el egoísmo.
Así también hay muchas fortalezas y pensamientos negativos como nunca voy a progresar, no voy a tener un mejor trabajo, yo no puedo servir a Dios como lo hacen otros, mi matrimonio no funciona, mis hijos no tienen remedio, etc. ¿Has detectado alguna posible fortaleza en tu vida? La llave que abre la puerta a Jesús es el arrepentimiento. Si tu o tus ancestros han estado en pecado pide perdón a Dios y el te ayudará a recuperar el terreno que se ha perdido y a derribar esa fortaleza. Llena tu cabeza con la palabra de Dios, si la Palabra de Dios no esta en tu mente, entonces, ¿qué está en tu mente?