1) Hallal: es la palabra más frecuentemente usada en el Antiguo Testamento
para alabanza. Aparece unas ochenta y ocho veces. Su significado má
profundo es «jactarse, celebrar, regocijarse, gloriarse en algo». Por lo
tanto, la verdadera alabanza tiene que tener un sonido claro y definido. No
debe existir confusión en cuanto a lo que debe entenderse. Tiene que ser
reconocible fácilmente por lo que es. Es una nota de celebración, un
jactarse en el Señor.
2) Hilluwi (se deriva de Hallal): es una «celebración de acción de gracias
por la terminación de la cosecha». Tal alabanza tiene que ser expresada
con alegría. Una escena posterior a la cosecha en cualquier país agrícola
ilustraría la esencia de esta palabra. Han terminado los largos meses de
espera ansiosa. La cosecha ya ha sido recogida y puesta a salvo. Ha
terminado el duro trabajo, las herramientas se han recogido, la cosecha está
almacenada y asegurada. Cantar y bailar están a la orden del día. El
regocijo es una expresión de acción de gracias y de alabanza.
3) Tehillah (otra palabra que se deriva de Hallal): en esta ocasión el
énfasis reside en el canto. Por lo tanto, cantamos nuestro hallal, nuestra
celebración. Cantamos una clara canción de alabanza para Dios. Le
celebramos en nuestros cánticos. Muchos de nuestros cantos e himnos son
oscuros y abstractos. Deberían ser cantos de alabanza a Dios claros y
simples. Tenemos que jactarnos de El tanto en nuestras palabras como en
nuestra música.
4) Shabach: esto significa «clamar en voz alta, un grito de triunfo,
gloriándose en la victoria».
La alabanza no siempre tiene que ser ruidosa. No tenemos que gritar
siempre. Pero hay ocasiones en que un grito de triunfo es la única manera
digna de alabar a Dios. Salmo 47:1: «Aclamad a Dios con voz de júbilo».
Cuando surjan ocasiones de tal índole, no se siente tímido, deje que su
aclamación de alabanza resuene.
5) Zamar: el significado es «tocar o interpretar instrumentos de cuerda».
Aquí hay una referencia obvia al asunto de alabar a Dios con instrumentos
musicales. También tiene el sentido de «cantar alabanzas con el
acompañamiento de instrumentos musicales». !Qué maravilloso es tocar
delante de Dios con toda clase de instrumentos, produciendo manifestaciones
resonantes de loor a Su gran nombre!
6) Yadah: el significado primario es «expresar palabras de agradecimiento».
Sin embargo, también contiene el pensamiento de «levantar las manos» para
dar gracias con ellas extendidas hacia Dios.
7) Towdah: esta palabra procede de la misma raíz que Yadah, y tiene,
obviamente, un significado muy similar, pero es aún más específica.
Significa «extender las manos en adoración y acción de gracias».
8) Barak: «arrodillarse en adoración:. Aquí la postura de todo el cuerpo
expresa una adoración de alto calibre Arrodillarse delante de alguien es
manifestar humildad, demostrando de esa manera que la posición y dignidad de
tal persona son superiores a las suyas.
Pensemos por un momento en alguno de los componentes que percibimos en estas
formas de alabanza.
a) Son EXPRESIONES FISICAS de actitudes espirituales. Son las reacciones
físicas y demostraciones de percepciones espirituales. La alabanza y la
adoración son inicialmente una respuesta interna del corazón a la revelación
de Dios y Su grandeza. Para que éstas lleguen a ser alabanzas genuinas,
tienen que se manifestadas.
b) La mayor parte de la alabanza incluye un SONIDO AUDIBLE (La excepción a
esto sería posiblemente BARAK, arrodillarse en adoración). Tal postura
podría ser demostrada en silencio. Sin embargo, también podemos
arrodillarnos y cantar o dar aclamaciones de alabanzas a Dios a la vez.
c) Hay una ACCION FISICA. La alabanza requiere una participación activa de
tipo físico. No puede ser siempre silenciosa e inactiva. La alabanza es
algo que hacemos.
d) Puede haber LIBERACION EMOCIONAL, Alabar a Dios no es un ejercicio
emocional, es una actividad espiritual. Sin embargo, requiere liberación
emocional. Demasiados cristianos sienten temor de las expresiones
emocionales. Intentan siempre suprimirlas creyendo que es carnal. Las
expresiones bíblicas de alabanza requieren una liberación emocional positiva
y controlada. Dios nos dio nuestras emociones y deben glorifcarle. David
dice que tenemos que «Bendecir al Señor con todo lo que hay en nuestro
interior» (Sal.103:1). Eso incluye nuestras emociones. La emoción humana
tiene que expresarse. Si no proporcionamos una liberación positiva y
saludable, entonces produciremos una liberación negativa e insana.
e) Una actitud de reverencia. Toda expresión de alabanza verdadera debe ser
reverente. La reverencia en honrar y estimar a alguien con propiedad. No
se debería permitir jamás que la formas de alabanza degeneren en excesos
irreverentes. Alabar a Dios NO es meramente una forma de gozarnos a sí mismos.
La alabanza no es principalmente para el disfrute del hombre, aunque
disfrutamos expresándola. Es y siempre deberá ser una expresión de
reverencia hacia Dios. Al exonerar nuestras emociones libremente a través
de la alabanza, cosa que es tanto bíblica como legítima, deberíamos evitar
de excesos y dar espectáculos carnales. La reverencia verdadera es siempre
un componente esencial de la alabanza.